Los miembros de una empresa familiar pueden verse tentados a adoptar documentos de propiedad (como acuerdos de accionistas, sociedades y LLC) que son menos sólidos de lo que serían si los propietarios no fueran parientes. La razón es que “debido a que somos una familia, no necesitamos muchos documentos legales complicados”. Este es un gran concepto, excepto cuando no funciona.

Los contratos son fundamentales solo cuando hay desacuerdos. Si los propietarios de una empresa familiar en particular pueden garantizar que nunca tendrán un desacuerdo, es posible que no sean necesarios documentos legales bien preparados. Esto, obviamente, no es una suposición realista. En el caso de una disputa, es esencial tener un entendimiento detallado por escrito elaborado de antemano que minimizará el número de cuestiones importantes que quedan abiertas para la discusión.

Una pregunta clave para una empresa familiar es si la propiedad familiar es más un factor crítico de éxito o una responsabilidad. Aunque la respuesta variará de una empresa familiar a otra, la pregunta subraya lo importante que es tener documentos de propiedad cuidadosamente preparados que incluyan disposiciones diseñadas para ayudar a la empresa en la transición de una generación de propiedad a la siguiente, si ese es el objetivo, o para monetizarse con éxito en el camino, como a través de una transacción de venta.